Lágrimas y sudor en la red

El éxito cuesta mucho trabajo, lesiones, sufrimiento y esfuerzo. Los tenistas pasan mucho tiempo en la sombra, entrenando en solitario, con el cuerpo cargado por dolores en espalda, codo, hombro, etc.. Son muchos los que empiezan, pocos tienen la fortaleza mental y física para poder alcanzar sus sueños. Cuando vemos por televisión a Nadal, Serena, Djokovic o Federer, parece todo tan fácil que pensamos que es algo sencillo al alcance de cualquiera. Son muchas horas, años de la infancia y adolescencia sacrificadas para ser profesional, con la ilusión de levantar trofeos y ser el mejor en tu pasión.

En muchas ocasiones, vemos a los tenistas como jóvenes privilegiados a los que la vida les ha puesto pocas trabas. Sin embargo, muchos de estos grandes profesionales han tenido que superar grandes obstáculos y barreras para ser lo que son. Podemos hablar de Murray, sobreviviente de una matanza en su escuela con sólo 8 años y vivió sólo con 14 años en Barcelona. Novak Djokovic, escuchaba caer bombas cerca de su humilde pista de entrenamiento, tuvo una infancia marcada por la guerra de los balcanes. Serena Williams, nació en un barrio humilde de Michigan y escuchaba tiroteos cercanos a la pista, todo eso no le frenó para ser una luchadora nata. Todos esos niños, a día de hoy son referente para jóvenes de todo el mundo y deben saber que sus ídolos no llegaron a la cima mediante inspiración divina.

Tiene mucho mérito la fortaleza psicológica de estos deportistas, recorriendo el mundo, de hotel en hotel, sólos 4 horas en una pista con un calor asfixiante, sin tener un compañero donde apoyarse. Sin embargo, no acaparan tantas portadas como otros deportes, seguramente por la falta de reconocimiento a su esfuerzo, a su entrega, a su corazón. Sólamente nos acordamos de los ganadores de Grand Slam, pero hay muchos otros profesionales como Almagro, Ferrer, Robredo o Verdasco que cada día en silencio sudan y se exprimen para poder dar su mejor versión.

Por último, me gustaría destacar otro aspecto del tenis muy positivo. Los tenistas hacen exhibiciones benéficas por muchos paises del mundo, para ayudar a personas con problemas importantes. Nos muestran su lado más amable, concientes que son unos privilegiados porque hacen de su trabajo su pasión y saben que deben arrimar el hombro porque es la esencia de su deporte. Por todo ésto, el tenis gana aficionados cada día, a mi me ganó desde que conocí la otra cara del tenis.