En ocasiones, la realidad supera la ficción. Raúl González, nunca soñó con una carrera tan exitosa en la élite. Durante muchas temporadas, fue el
símbolo del Real Madrid, el mejor equipo del siglo XX. Este chaval, tuvo su oportunidad con 17 años, a partir de ese momento, su estrella brilló como ninguna. Ha conquistado
Champions, Ligas, Copa Intercontinental, una larga lista de éxitos; en todos fue protagonista principal para conseguirlo. El 7 blanco dejó su sello en Camp Nou, Old Trafford, Calderón, etc..
"El gran Capitán", tiene su principal virtud en "el otro fútbol". Tiene muy desarollado el sentido de la oportunidad, siempre está en el sitio justo en el momento oportuno. Ese don lo tienen los elegidos, además, es un delantero que corre cada pelota. Su insistencia, desesperaba a los defensas, era un incordio para el equipo rival. Es un hombre carismático, su
personalidad es de ganador. Sus compañeros siempre hablaron maravillas, Raúl nuncá se escondió en los momentos complicados. Sólo le faltó un gran premio individual, un
Balón de Oro que mereció.
Por otro lado, los aficionados tienen un
gran recuerdo del 7. Saber que jugaba Raúl transmitía tranquilidad, daba la sensación que el equipo nunca se rendiría. Conquistó el cariño del público, porque la masa merengue, reconoce la entrega de los suyos. González Blanco, se exprimió en cada partido, cada gol era fruto de su lucha y fé ciega en sus posibilidades. Los aficionados blancos, siempre consideraron a Raúl
sucesor natural de Juanito. Llevar el 7 en el Madrid, siempre fue signo de futbolistas importantes: Butragueño, Juanito, Raúl... Representa los
valores del madridismo, luchar hasta el final, perseguir la victoria sin descanso.
Por último, pienso que es un justo este homenaje para Raúl. Tantos años de éxito, merecen un reconocimiento para un
ídolo dela afición. Su recuerdo sigue vivo en las gradas, muchos seguidores lucen con orgullo camisetas o gorras suyas. A González Blanco
no le regalaron nada, su camino al éxito lo consiguió corriendo más que nadie, peleando hasta el último instante.
Raúl fue la prueba irrefutable de que hay otras virtudes mas importantes que la técnica o la superlatividad atlética (sin ser carente de virtudes en ambos aspectos) para triunfar en la vida. Gente con más planta, recursos o condiciones (¿Benzema?) no estará jamás a su altura porque no tienen el compromiso, la voluntad y el sacrificio, entre otros, de Raúl.
ResponderEliminarMuy emocionante ver de nuevo a Raúl verlo jugar de blanco y recordar todo los títulos que nos dio. En un futuro espero verlo en el Madrid
ResponderEliminarSon muchas noches inolvidables. Raúl se merecía el reconocimiento.
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