El fútbol tiene poca memoria. Parece que es una frase hecha, pero es una realidad contrastada. En el último Real Madrid-Granada en el Bernabeú, Cristiano Ronaldo declaraba sentirse triste en el club. Año y medio después, su relación con el madridismo es inmejorable. Cristiano es el auténtico ídolo blanco, el mejor jugador del mundo para toda la afición madridista.
Actual Pichichi de la Liga BBVA, "El Bicho" sólo piensa en seguir creciendo aunque parezca casi imposible. Los madridistas estarán felices, porque Cristiano ha demostrado ser un ejemplo de madridista. Ha superado la gran adversidad de luchar ante Messi, la fé en sí mismo y su enorme esfuerzo son admirables.
Hoy saldrá al campo con una sonrisa ante el Granada. La tristeza forma parte del olvido. Jesé, la gran esperanza blanca, tiene un gran espejo donde mirarse. Si ganan hoy volverán a ser líderes provisionalmente. El Granada parece una víctima propicia para recibir una goleada.
Otros jugadores necesitan la alegría de Cristiano. Isco también necesita cariño en momentos complicados. Illarra o Morata tambíen necesitan un empujón para consolidarse. Este partido debe ser una fiesta, del Cristiano Ronaldo triste sólamente queda algún vídeo de youtube.
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El actual balón de oro, el mejor jugador del año, el mejor profesional que ha tenido el Madrid teniendo en cuenta todos los apartados posibles, el más regular, el más ambicioso, el referente. Quien sostiene al Madrid cuando vienen mal dadas. Si Floren no llega a ficharlo, podemos imaginar qué habría sucedido.
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